2010-07-01 10:57:00 Asociación China de Qigong para la Salud.
– Visita a Cuba de una Delegación de la Asociación China de Qigong para la Salud.
Cong Ren
(Traducción: Jorge D. Fundora Nieto)
Desde el 26 de Febrero y hasta el 7 de Marzo de 2010, en atención a una invitación cursada por el Presidente de la Escuela Cubana de Wushu, señor Li Rongfu (Roberto Vargas Lee), una delegación de la Asociación China de Qigong para la Salud integrada por cinco miembros, realizó una estancia en La Habana, capital de la República de Cuba, para realizar por vez primera, actividades de enseñanza e intercambio acerca del Qigong para la Salud.
La Habana, capital cubana, está situada a orillas del Río Almendares, el cual desemboca al noroeste de la Bahía de La Habana, perteneciente a la Isla de Cuba. La misma se halla rodeada por elevaciones y por el río. Con bellos parajes, ha sido lugar de veraneo, sosteniendo una estimada reputación tanto en América del Sur como en Centroamérica. Ya sea por su cultura histórica o su vestuario singular, sus límpidas aguas o su cielo azul o ya bien por sus ondulantes brisas allegadas del Mar Caribe, ha permanecido como atractivo para turistas de todas partes del mundo que han arribado a la misma para experimentar su diversidad, misterio y novedad. Durante el largo trayecto, los miembros de la delegación se encontraban pletóricos de ensueños sobre el pasado y presente de la nación cubana, rememorándola como un país que les parecía familiar pero que en realidad les era ajeno.
-Aquella familiaridad se suscitaba entre nosotros al recordar una canción que decía: «Hay allí hermosos hogares en la Bella Habana». La letra fue muy popular en nuestro país a mediados del pasado siglo. Ello ha sido representativo de la amistad entre China y Cuba; lo que nos resultaba ajeno era: -¿Qué razones existen para que la Cultura China del Qigong para la Salud goce de tan especial preferencia en un país de habla hispana, situado en el Mar Caribe y a la entrada del Golfo de México?- A medida que volvíamos una y otra vez sobre tales pensamientos, el tiempo transcurrió inconcientemente y el cansancio se fue apoderando de nosotros por momentos. Afortunadamente, la intensa travesía de 41 horas de vuelo llegaba a su fin. El avión arribó al aeropuerto de La Habana envuelto en un pálido crepúsculo.
Al salir de la cabina del mismo, se encontraban algunas personas aguardando para saludar la llegada de la delegación de la Asociación China de Qigong para la Salud. Vestían con trajes a la usanza china y mostraban una grata sonrisa en sus rostros, dando la bienvenida a amigos que provenían de distantes lugares. Al frente de la multitud se encontraba un caballero, con la tez bronceada propia de los Latinoamericanos vestía un traje Chino convencional de color blanco cuidadosamente arreglado. La delegación, de su parte, recibió una calurosa bienvenida. Él por demás poseía un nombre chino, Li Rongfu.
El Sr. Li se ocupó de los considerables arreglos pertinentes a la visita de la delegación de la Asociación China de Qigong para la Salud durante su visita a Cuba. De acuerdo a sus palabras de presentación, conocimos que de muy pequeño se había iniciado en la práctica del Kárate Do. Mediante la indagación personal, encontró que las raíces de esta disciplina marcial se remontaban al Wushu Chino y a partir de ese momento ambas palabras «Wushu» y «China» no se separarían más de sus pensamientos. Así, con la esperanza de «ver por sí mismo y practicar con su propio esfuerzo», finalmente y tras grandes dificultades, pudo llegar a China varios años atrás. Inmediatamente le atrajo todo lo concerniente a la Cultura Tradicional China y su sabor propio, con particular apego al Wushu y al Qigong para la Salud.
Con su diligencia y perseverancia, el Sr. Li se dedicó con devoción al estudio del deporte tradicional chino por varios años, alcanzando finalmente diversos logros en eventos deportivos tradicionales de China. Posterior a su regreso a Cuba, se encaminó con fidelidad a la diseminación y enseñanza del Wushu y el Qigong para la Salud en La Habana y en otras localidades de Cuba. Durante la realización de este empeño, fundó la Federación de Wushu y realizó su mayor esfuerzo por llevar a todos la Cultura Tradicional China. La introducción del Wushu y del Qigong para la Salud constituyó su razón de ser. A través de los años, con la guía de Li Rongfu, la Federación ha experimentado un rápido desarrollo. Hasta el presente, las filiales de la misma se han extendido por toda Cuba y el número de integrantes se acerca a las 10 000 personas. Al mismo tiempo, miles de miembros y entusiastas se mantienen desarrollando la práctica durante todo el año a lo largo y ancho de toda la Isla. El trabajo de la Federación ha tenido un impacto significativo no solo en el contexto cubano, sino que también ha influido en el desarrollo Latinoamericano de estas disciplinas.
El Señor Li nos acompañó en todo momento durante las actividades de intercambio y enseñanza realizadas, asumiendo la responsabilidad de organizar voluntariamente a los miembros de la Escuela Cubana de Wushu para la práctica del Qigong de Salud. Los gastos diarios de la Federación se originaron principalmente de su fondo individual. Los pupilos entrenados por él, han participado de eventos competitivos de Wushu tanto en América Central y del Sur así como en otras partes del mundo, obteniendo resultados relevantes. De las organizaciones No Gubernamentales de Cuba, la Escuela Cubana de Wushu,, goza de una influencia significativa y de estimada reputación, siendo reconocida por todos los sectores de la sociedad.
Li Rongfu, acompañó a los miembros de la delegación a un área al aire libre, situada entre las intersecciones de la calle Zanja y la calle Manrique, en el corazón del populoso distrito histórico y social del Barrio Chino de La Habana. El lugar tiene aproximadamente las dimensiones de una cancha de Basketball, siendo sus paredes decoradas por figuras alegóricas y símbolos propios de la cultura China: Taiji, Shaolin, Dragones, Linternas Palaciegas, entre otros. Al frente de la pared principal del recinto se sitúan tres astas con ondulantes banderas al viento representativas de los símbolos nacionales de Cuba, China y la propia insignia de la Escuela Cubana de Wushu. Si no hubiésemos visto a tantos practicantes cubanos en sus ejecuciones en todos los lugares de este patio, realmente pudiésemos haber pensado que habíamos llegado a la cuna del Wushu, la cual está situada al Sur de China. En el patio, decorado con verdes bambúes y olorosas flores, se encontraban más de un centenar de cubanos vistiendo el uniforme de la Asociación China de Qigong para la Salud de todos los colores, demostrando la ejecución del Qigong para la Salud » Ba Duan Jin » (Ocho Brocados de Seda) y » Wu Qin Xi » (Juego de los Cinco Animales) acompañados por la harmoniosa y apacible melodía que identifica estos ejercicios. Su ejecución fue espléndida tanto en su apariencia como en su expresividad, siendo pletórica de sabor, todo lo cual nos llevó de una manera sincera y total a la comprensión del proverbio: «La Cultura de Excelencia no posee fronteras y el Qigong de Salud se ha extendido por todo el Mundo».
Tras varios días de intercambios, encontramos que las personas naturales de esta isla poseen una preparación básica excelente y pueden realizar la ejecución con movimientos harmoniosos y consistentes debido a la práctica constante durante todo el año. Durante el proceso de enseñanza, los estudiantes ejercitan con tenacidad cada movimiento, mostrando un alto nivel de entusiasmo por el aprendizaje del Qigong de Salud. Por demás, descubrimos que la vestimenta que las personas empleaban durante las sesiones de aprendizaje de los ejercicios, había sido confeccionada por ellos mismos y más allá de algunas diferencias en el color y estilo, pudimos apreciar que siempre mostraban expresiones de entusiasmo y disfrute reflejadas en sus rostros. Durante el período de visita e intercambio, la delegación además de la enseñanza, también realizó ejecuciones demostrativas en el área de prácticas. La veracidad de los movimientos y el alto nivel de conocimiento demostrado en las explicaciones y demostraciones de los profesores responsables de la instrucción, estimularon hondamente el interés de los cubanos por el aprendizaje y práctica del Qigong de Salud. Las personas que acudieron a este encuentro dedicaron todo el tiempo posible para aprender e intercambiar sobre los ejercicios con los profesores.
Es realmente muy inusual que tantos y tantos entusiastas insistan en participar de las actividades de enseñanza con tanta puntualidad y día tras día en una ciudad de un país extranjero. A través de los años, las personas de la Escuela Cubana de Wushu, perseveraron en el empeño de ondear cada mañana antes de iniciar las prácticas, las enseñas nacionales de la República de Cuba y la de la República Popular China, una junto a la otra. La solemne ceremonia de izar ambas banderas patrias nos resulta aún más conmovedora e impactante para los miembros de la delegación.
Lo que observamos y escuchamos, en las actividades de enseñanza y en la interacción con la contraparte cubana, desató hondos pensamientos en los miembros de la delegación: ¿qué razones animan a cientos de personas a practicar Wushu y Qigong de Salud en un país tan lejano allende los mares y famoso por su música y bailes? ¿Por qué estas personas de diferentes colores de piel están tan fascinadas por la cultura tradicional China del cuidado de la Salud?. Entre tanto, observamos durante nuestro recorrido, tanto de ida como de regreso de las sesiones de Práctica innumerables personas como conductores de Taxis, oficiales del orden público, personas de la comunidad y pueblo en general, que nos saludaba cariñosamente mientras pasábamos junto a ellos. Ello no solo refleja las excelsas virtudes y la simpatía del Sr. Li, sino que demuestra la profunda aceptación y reconocimiento generada por las actividades del Qigong para la Salud en la bella Ciudad de La Habana. Según los camaradas de la Embajada de la República Popular China en Cuba, en el decursar de los años, la Escuela Cubana de Wushu siempre organizó voluntariamente la realización de actividades correspondientes al Wushu, Qigong para la Salud, Danza del León y la Danza del Dragón que se ejecutaban en días señalados por las festividades locales y en ocasiones especiales. Ellos participan en actividades de distinta índole vistiendo ropa tradicional China y demostrando la realidad tan distintiva de la Cultura China tradicionales contraposición de otras culturas tradicionales como las de Centroamérica y del Cono Sur, siendo al mismo tiempo un reflejo de las raíces profundas generadas del intercambio entre Cuba y China.
Desde el viaje a Cuba, reparamos en que el Qigong para la Salud ha traspasado exitosamente el Océano Pacífico y se ha asentado ya en la Bella Habana, una ciudad que reposa a orillas del Mar Caribe; mientras tanto, la Bella Habana, con sus sentimientos sinceros, ha creado un profundo amor por el Qigong de Salud.
Permitan pues que el Qigong para la Salud atraiga mayor suerte y bienestar para los pueblos amigos de Cuba y China.